









La nostalgia me invade, cuando después de muchos años hago este viaje en "el canfranero". Un recorrido en ferrocarril de alta montaña, donde el sonido del tren, me lleva a recuerdos de mi juventud. Los mallos de Riglos, los valles regados por el río Aragón, y al final la gran de ración internacional Canfranc de 1918, con el túnel de Somport, cerrado al tráfico con Francia desde los años 70 del siglo pasado. Pura nostalgia.